Seguro que has pasado por ahí miles de veces, pero hay cosas en las que no te has fijado. ¡Yo te lo cuento!
1- Históricos españoles en tumbas ocultas
Grandes de las letras como Cervantes, Lope de Vega o Calderón de la Barca no tienen una tumba oficial, aunque si se presupone dónde se sepultaron sus restos. En el caso de Cervantes, se sabe que el autor de "El Quijote" está enterrado en algún lugar del Convento de las Trinitarias Descalzas de San Idelfonso, pero no su lugar exacto. La histórica iglesa de San Sebastián esconde entre sus paredes los restos del dramaturgo Lope de Vega, como recuerda una placa a la entrada del edificio. mientras Calderón de la Barca descansa en algún lugar secreto de la iglesia de San Pedro Apostol.
2- Una fuente monumental en el metro
Antes de coger el metro en Ópera hay que acercarse a una joya escondida hasta hace muy poco en Madrid. Se trata de la fuente de los Caños del Peral, un pequeño monumento del siglo XVII que está situado bajo la plaza de Isabel II. En sus orígenes formaba parte de unos baños árabes y pasa por ser una de las primeras fuentes de la ciudad. Junto a ella había un acueducto, llamado Amaniel, que suministraba agua hasta el cercano Palacio Real. Al realizar unas obras en la zona a principios del siglo XIX, se decidió enterrar la fuente, que ha permanecido oculta casi durante 200 años.
3- Una estatua que todos conocemos y un antiguo cementerio de pájaros
Una de las estatuas más fotografiadas de Madrid es la firgua del Rey Felipe III. Su ubicación en pleno centro de Madrid explica su fama. Lo que poca gente sabe es que en el pasado fue un auténtico cementerio de gorriones, que conseguían entrar por la boca abierta del caballa, pero no tenían suerte, debido a la estrechez del cuello de la figura, para volver a salir. Así, muchos quedaron condenados en esa trampa. Durante la II Replública una bomba destrozó parte de las estatua y allí se descubrió miles de huesecillos de los pájaros.
4- La casa más estrecha, hogar de Calderón de la Barca
De paseo por la calle Mayor, el pleno centro de Madrid, el número 61 esconde un edificio que suele pasar desapercibido por la mayoría de los transeúntes. Se trata de la considerada como la casa más estrecha de la capital. Con poco más de cuatro metros de ancho, en este inmueble antiguo vivió y murió en 1681 Calderón de la Barca.
1- Históricos españoles en tumbas ocultas
Grandes de las letras como Cervantes, Lope de Vega o Calderón de la Barca no tienen una tumba oficial, aunque si se presupone dónde se sepultaron sus restos. En el caso de Cervantes, se sabe que el autor de "El Quijote" está enterrado en algún lugar del Convento de las Trinitarias Descalzas de San Idelfonso, pero no su lugar exacto. La histórica iglesa de San Sebastián esconde entre sus paredes los restos del dramaturgo Lope de Vega, como recuerda una placa a la entrada del edificio. mientras Calderón de la Barca descansa en algún lugar secreto de la iglesia de San Pedro Apostol.
Iglesia de San Sebastían |
Antes de coger el metro en Ópera hay que acercarse a una joya escondida hasta hace muy poco en Madrid. Se trata de la fuente de los Caños del Peral, un pequeño monumento del siglo XVII que está situado bajo la plaza de Isabel II. En sus orígenes formaba parte de unos baños árabes y pasa por ser una de las primeras fuentes de la ciudad. Junto a ella había un acueducto, llamado Amaniel, que suministraba agua hasta el cercano Palacio Real. Al realizar unas obras en la zona a principios del siglo XIX, se decidió enterrar la fuente, que ha permanecido oculta casi durante 200 años.
3- Una estatua que todos conocemos y un antiguo cementerio de pájaros
Una de las estatuas más fotografiadas de Madrid es la firgua del Rey Felipe III. Su ubicación en pleno centro de Madrid explica su fama. Lo que poca gente sabe es que en el pasado fue un auténtico cementerio de gorriones, que conseguían entrar por la boca abierta del caballa, pero no tenían suerte, debido a la estrechez del cuello de la figura, para volver a salir. Así, muchos quedaron condenados en esa trampa. Durante la II Replública una bomba destrozó parte de las estatua y allí se descubrió miles de huesecillos de los pájaros.
4- La casa más estrecha, hogar de Calderón de la Barca
De paseo por la calle Mayor, el pleno centro de Madrid, el número 61 esconde un edificio que suele pasar desapercibido por la mayoría de los transeúntes. Se trata de la considerada como la casa más estrecha de la capital. Con poco más de cuatro metros de ancho, en este inmueble antiguo vivió y murió en 1681 Calderón de la Barca.
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