Según la Asamblea General de la ONU el año 2017 es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el desarrollo. Esto ayudará al Turismo en obtener el lugar que se merece.
La actividad turística lleva desde hace décadas con la idea de ejercer un bajo impacto sobre el medio ambiente y la cultura local, además, el Turismo se ha consolidado como la mayor contribución social generadora de ingresos y empleo para la población local.
Uno de los objetivos que se tiene en mente y que se pretende conseguir, es el de promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno, productivo y decente. Este objetivo está aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Además, el Sector Turístico es probablemente el sector más solidario (si entendemos al Turismo como una forma de viajar con respeto hacia las personas y lugares que se visitan mediante un acercamiento más profundo a la realidad del país y un intercambio cultural positivo entre ambas partes). A parte de esto, la industria turística ha fomentado desde sus orígenes el consumo de productos de comercio justo y colabora en proyectos de desarrollo socio-demográfico.
No todas las personas están de acuerdo con que el desarrollo turístico ha sido desde mediados del siglo XX la llave para la apertura del país, pero lo que sí que está claro es que el año pasado se contó con siete millones más de turistas que el año anterior, lo que hace que el mercado del Turismo internacional tenga una cuota de mercado superior al 6%. Por todo ello, el Turismo del 2017 tiene plenamente en cuanta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas, por esto el Turismo es sinónimo de sostenibilidad y de desarrollo. El Turismo en España no solo se asimila al concepto de crecimiento, si no que, se considera la llave para la apertura social y cultural de país.
En conclusión, este año los agentes implicados, tanto de la esfera pública como privada, deberían hacer un especial esfuerzo por interiorizar el mandato de las Naciones Unidas e intentar trabajar en mejorar la sostenibilidad y fomentar un desarrollo socio-económico que genere bienestar en las sociedades receptoras.
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La actividad turística lleva desde hace décadas con la idea de ejercer un bajo impacto sobre el medio ambiente y la cultura local, además, el Turismo se ha consolidado como la mayor contribución social generadora de ingresos y empleo para la población local.
Uno de los objetivos que se tiene en mente y que se pretende conseguir, es el de promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno, productivo y decente. Este objetivo está aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Además, el Sector Turístico es probablemente el sector más solidario (si entendemos al Turismo como una forma de viajar con respeto hacia las personas y lugares que se visitan mediante un acercamiento más profundo a la realidad del país y un intercambio cultural positivo entre ambas partes). A parte de esto, la industria turística ha fomentado desde sus orígenes el consumo de productos de comercio justo y colabora en proyectos de desarrollo socio-demográfico.
No todas las personas están de acuerdo con que el desarrollo turístico ha sido desde mediados del siglo XX la llave para la apertura del país, pero lo que sí que está claro es que el año pasado se contó con siete millones más de turistas que el año anterior, lo que hace que el mercado del Turismo internacional tenga una cuota de mercado superior al 6%. Por todo ello, el Turismo del 2017 tiene plenamente en cuanta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas, por esto el Turismo es sinónimo de sostenibilidad y de desarrollo. El Turismo en España no solo se asimila al concepto de crecimiento, si no que, se considera la llave para la apertura social y cultural de país.
En conclusión, este año los agentes implicados, tanto de la esfera pública como privada, deberían hacer un especial esfuerzo por interiorizar el mandato de las Naciones Unidas e intentar trabajar en mejorar la sostenibilidad y fomentar un desarrollo socio-económico que genere bienestar en las sociedades receptoras.
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